Vuelo sobre azul
hacia amarillo,
El cielo esta abierto y
es espejo
de mis inmensas alas.
(No recuerdo la razón)
Muerdo el anzuelo de Dios
y caigo,
planeando,
en un profundo despertar.
Al cerrar los ojos,
como cuando la bestia,
descubro
que no soy lo que creía
y que esa dimensión
que acariciaba
(a veces dulce, a veces amarga)
era la ilusión
de la que siempre
había querido escapar...
Mas ahora,
desde lo intangible,
me pregunto:
¿Qué cuerpo extraño habitaré al bajar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario