24.3.13

-Marcho-



Llueve la bronca y el cielo se cae de la vergüenza.
La publicidad interrogante murmura.

Un golpe en el rostro.
Las botas locas.
Los barrotes escondidos,
la caída ciega.
El vuelo eterno.

La memoria
vive en la historia de un pueblo
al cual le a
rden las pupilas
por la verdad y la justicia.

Y estas 
ahogándose en sus propias lagrimas.

Nadie puede callar la voz incesante,
de los que aun después de tanto,
siguen buscando.

Nadie puede olvidar a los dinosaurios,
ni a las bestias de aquel infierno.

Los eternos corazones de piedra van a seguir
haciendo gargaras con las mentiras
gritando de espanto
van a seguir siendo cualquiera de nosotros
siendo tumbas bajo el agua.

Altares,
faros de luz que no se apagan.



¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?





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